El niño necesita estar limpio para sentirse bien. El
cambio de pañal es un momento idóneo para tener una relación individual
privilegiada con el niño.Hemos acostumbrado al niño pequeño a dejarse hacer y a
no dejarlo participar de su cambio de pañales.
No puede considerarse el cambio
de pañales como una acción eficaz y mecanizada que hay que terminar lo antes
posible. Tenemos que ver al niño NO como un OBJETO sino como un ser humano que
tiene sentimientos, que vive, que ve y que comprende todo lo que se le hace. El
adulto tiene que aceptar la posibilidad de cooperar con él.
Procemiento:
·
Lavar y sécate las manos (puedes utilizar una
toallita desechable).
·
Elegir un lugar calientito, limpio y seco para
cambiar al bebé. Puedes usar un colchoncito especial para cambiar bebés, pero
también te servirá una toalla, un pañal de tela limpio o cualquier otra
superficie suave y cálida.
·
Preparar todo el material necesario. Si usas pañales
desechables, necesitarás un pañal limpio y una bolsa de plástico; si usas
pañales de gasa o toalla, necesitarás un pañal limpio, imperdibles y un
calzoncito impermeable; si usas pañales de tela ajustados, necesitarás un pañal
limpio y un forro. Si tu bebé tiene tendencia a la irritación o dermatitis de pañal,
también necesitarás una crema protectora o vaselina.
Paso a paso: Cómo cambiar un
pañal desechable
1. Suelta los cierres adhesivos del pañal y dóblalos hacia atrás, pegándolos sobre sí mismos para
que no se adhieran a la piel del bebé, pero aún no le quites el pañal
sucio.
2. Si hay caquita, límpiala primero con el propio pañal, teniendo cuidado de tapar el pene (si
es varoncito) con una toallita por motivos de higiene y para evitar la
"salpicadura" que mencionamos anteriormente.
3. Con una mano, sujeta al bebé por los tobillos y súbele levemente las
piernas levantándole un poco las nalguitas. Aunque este
gesto parezca un poco raro, es una manera muy eficiente de hacerlo.
4. Dobla al medio el pañal sucio y déjalo bajo las nalguitas del bebé,
con la parte sucia en el interior del pañal.
5. Usa una toallita desechable para bebés o una toallita de
tela mojada para
limpiar cuidadosamente el área genital del bebé. Las niñas se deben limpiar de
adelante hacia atrás (en el sentido opuesto a su vagina). Esto disminuirá la
posibilidad de que entren bacterias del recto a la vagina que podrían causar
una infección.
6. Levanta las dos piernas del bebé y límpiale las nalguitas.
7. Cambia el pañal sucio por uno limpio. Abre el pañal y coloca
la parte que tiene los cierres adhesivos bajo las nalguitas del bebé. Ahora
dobla la parte de abajo sobre la barriguita del bebé, pasándolo entre sus
piernas (sepárale las piernas lo más posible, pero sin hacerle daño).
Ten cuidado de que el pañal no se abulte
demasiado entre las piernas del bebé, lo cual podría provocar irritación e
incomodidad. Para los recién nacidos, evita cubrir el cordón umbilical (hay
pañales diseñados especialmente para los recién nacidos que tienen recortada la
parte delantera). Para los varones, cerciórate de que el pene esté apuntando
hacia abajo para reducir la posibilidad de que se salga la orina.
8. Cierra el pañal pegando las tiras adhesivas de los dos lados. Asegúrate de que
quede bien ajustado, pero no tanto que le pellizque la piel. Consulta las
instrucciones del fabricante del pañal para otros consejos específicos de esa
marca.
9. Cierra el pañal sucio, envolviéndolo y pegándole las tiras alrededor de
sí mismo. Colócalo en la bolsa de plástico y tíralo en el bote de los pañales
sucios. Viste al bebé, lávate bien las manos, ¡y ya está.
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